Miles y miles de soldados fuertemente armados para reprimir las protestas en EEUU
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha anunciado este lunes el despliegue masivo de militares y policías para detener los disturbios en la capital del país, Washington, mientras las multitudinarias manifestaciones sacuden al país por la muerte de George Floyd, el afroamericano que falleció a manos de la Policía cuando fue detenido el pasado 25 de mayo.
«Soy su presidente de la ley y el orden», enfatizó Trump. «En estos momentos, estoy enviando a miles y miles de soldados fuertemente armados, efectivos militares y agentes del orden público para detener los disturbios, los saqueos, el vandalismo, los asaltos y la destrucción sin sentido de la propiedad».
Durante su discurso, el mandatario subrayó que está tomando «medidas rápidas y decisivas» para proteger la capital de los disturbios y recomendó a los gobernadores «desplegar a la Guardia Nacional para tomar las calles».
Por otra parte, Trump podría enfrentar ciertas dificultades al invocar el acto unilateralmente y sin contar con el apoyo de los gobernadores estatales. La ley indica que, «de producirse una insurrección contra el Gobierno en cualquier estado, el presidente puede, a petición de su legislatura o de su gobernador si la legislatura no puede ser convocada, llamar al servicio federal a la milicia de los otros estados, en la cantidad solicitada por ese estado, y utilizar a las Fuerzas Armadas que considere necesarias para reprimir la insurrección».
Asimismo, el dirigente del país puede aplicar esa ley si los ciudadanos de un estado están privados de «un derecho, privilegio, inmunidad o protección nombrada en la Constitución y garantizada por la ley, y las autoridades constituidas de ese estado no pueden, no logran o se niegan a proteger ese derecho, privilegio o inmunidad, y a proporcionar esa protección». De ese modo, las autoridades estatales podrían no estar de acuerdo con esta última afirmación.